lunes, 2 de mayo de 2011

Papeles Viejos


Cada curso, instituto, charla, universidad o colegio por el que pasas, deja como secuela un cuaderno, un folleto, una carpeta, en fin, algún material que tienes que llevar a casa, y vamos acumulando.

Muchos de los cuales caducan en utilidad, pero siguen ocupando un espacio en nuestra despensa o armario.

Pronto te darás cuenta que habrán pasado algunos años desde la última vez que lo revisaste o utilizaste, y ya solo representan una carga, y se convierten en un solar estupendo para que la polilla construya allí su casa de verano.

Así pasa en nuestra vida de cristianos, solemos guardar cosas, que nada favorecen a nuestra vida espiritual y con el tiempo lo que hacen es perjudicarla.

En mi caso, hace algunos días limpié mi armario y de 5 cajas resumí a solo 2 (lo considero un logro en mi caso) y de verdad que aunque no estaban sobre mi cabeza, sentí un gran alivio al deshacerme de ellas.

Por eso decidí revisar mi armario espiritual y eliminar los papeles viejos…

Limítate a tener en tu armario espiritual solo las cosas que te convienen, porque todo pudiera ser licito, pero no todo conviene.

El espacio de esos papeles viejos Dios quiere llenarlo con bendiciones, pero tú lo tienes ocupado con cosas viejas, y la Biblia te dice en 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.” Haz como yo, mi despensa ahora está organizada y tiene espacio para cosas nuevas y buenas.