martes, 29 de abril de 2014

MOLDES

De niño solíamos jugar mucho con plastilina, mejor conocida en nuestro medio como “Masilla”  la cual presionábamos contra algunos moldes que tenían figuras definidas  de animales, personas u objetos y la plastilina se ajustaba perfectamente,  luego la observábamos  por unos minutos y como niños al fin la volvíamos a deformar para llevarla a otro molde.

Hacíamos con la masilla todo cuanto se nos antojaba porque una de sus características es que se amolda con facilidad.
Pero teníamos otros juguetes rígidos, los cuales vinieron de fábrica con una característica bien definida poco modificable, así que debíamos utilizarlos como tal.

En la actualidad veo que esas cosas siguen pasando, pero ahora no con juguetes, ni plastilina, ahora lo veo en la juventud.

Generaciones que van cambiando de tendencias y perfil tan fácil como la masilla, jóvenes con personalidades temporeras, tratando de agradar al entorno.

Pero la Biblia dice en Romanos 12:2 NVI
"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta."

El Apóstol Pablo nos dice en este verso, que no seamos tan maleables como la plastilina, porque Dios nos creó con características definidas, y si respetamos su creación y su soberana decisión, entonces comprobaremos de qué forma quiere glorificarse en nuestras vidas, tal cual nos creó.

Sé que esto genera preguntas: ¿Cómo sé cuál es mi forma? ¿Cómo se para qué fui hecho?

Esas preguntas tienen una respuesta absoluta; solo buscando en su Palabra “La Biblia” hallaremos la forma y el para qué fuimos creados.


Tomado del Boletín RKT,edición Febrero 2014